martes, 17 de febrero de 2009

DIÁLOGO ESCUCHADO EN EL FUNERAL DEL AMOR

Entonces ya está. Así es. Ya terminó todo. Eso parece. En realidad siempre pensé que

iba a ser diferente. ¿Por qué?. Pensé que él nos iba a enterrar a nosotros. Te

entiendo, ya me pasó. Es triste, ¿sabés?. Lo sé, lo estoy viviendo en este momento.

¿Cuánto tiempo va a durar el tener tanto sentimiento?. No se, espero que algún

día se vaya y queden los buenos recuerdos. Ya ves... Uno hace todo por él, y él nos

deja solos y ya no existen entre nosotros lazos de unión. Es cierto, sin él volvemos a ser lo que esbozamos hace ya varios años. ¿No se lo puede revivir?. Podríamos intentarlo, pero

habría que llenar de tierra nuestros cuerpos. ¿No se puede evocar a su alma y

quedarnos con la escencia para mantenernos juntos?. Se puede intentar todo, pero eso

implicaría poner en juego más sentimientos, más heridas que quedarían al descubierto. ¿Y

ahora qué?. Ahora nada. No, ahora algo, todo el tiempo compartido nos dejó algo.

¿Qué?. Recuerdos, aprendizajes. Vamos a volver a tropezar con las mismas

piedras. Lo haremos sabiendo sus consecuencias. Pero sufriremos nuevamente. A

veces es necesario: cuando lo conocimos a él ambos sabíamos con qué riesgos nos

enfrentábamos. No, yo creo que no. ¿Realmente no lo sabías? Yo si, pero no tenía conciencia de la

magnitud de todo. (Silencio). Tal vez no pensamos tan igual como creíamos... Te

propongo que cada uno continúe desde su lugar: desde la nada y el algo. Pero... No nos

encontraríamos, terminaríamos cada uno en su isla. Las islas las inventamos cuando nos obligamos a pensar como el otro. Seguramente ese fue nuestro error.

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