sábado, 4 de abril de 2009

DICIEMBRE

Aún estoy acá, con el bolso sin desarmar, con el cuaderno lleno de puntajes de algún juego que te gané, que me ganaste bajo algún techo que no es éste. Aún el cepillo conserva su espacio, la guitarra su estuche, el calzado continúa en el canasto. Todo ello con un sabor amargo que me invade entre odios y descepciones pero siguen acá: Sigue tu voz en mis oídos y también las risas compartidas. Aún el portarretrato conserva tu foto, aunque el muy tímido se haya agachado. Sigo pensando en vos, como hace cuatro años, y tu nombre se escabulle de mis manos para eternizarse en forma de tinta en algún cuaderno usado. Todo existe y ya nada. Las costumbres se repiten a pesar de los pasos y paseos que nos separan.
Todo lo que cambió continúa, a pesar de las experiencias, a pesar de las paredes rotas. Sueño que estás, pero duermo sola, mientras tu figura me aguarda arriba de la alfombra. Quisiera creer que éste no es un fin, ni tuyo ni mío, ni de los deseos que se esconden entre las hojas y anhelos. Todo continúa, me repito, aunque tus ojos me mintieron y hoy lo recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario