miércoles, 15 de abril de 2009

UN MUELLE

Un muelle perdido que todos recorren. Yo llegué,lo conquisté, entonces fue mío. Miré el cielo. En el amanecer, el sol estaba furioso, se negaba a salir. Lloré tu recuerdo, con la boca salada, con las lágrimas escapando de mi mirada, arrastrando el delineado negro, que distraían mis ojeras y resaltaban los ojos que hacían un mes no podían dejar de gritar.
Lo vi a él, con su boina. Un ser desconocido, en un espacio mío. Me observaba, repetía mis actos. ¿A quién estaría despidiendo?. Yo seguía llorando, las gotas caían y se perdían en el océano. El cielo rugía, el viento me arrastraba. Era enero. Yo estaba en el mismo muelle que alguna vez fue un refugio para las sonrisas, un espejo para las miradas. Estaba sola y olvidada.
Nadie se preguntó por mí esa mañana, nadie oyó nunca la lluvia en mis ojos. Ya nadie hizo nada.




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