LAS SONRISAS

Esa noche saltaban como destellos desde algún sueño hacia el suelo. Ella quería guardarlas en una caja vacía, pero se escurrían de sus manos, se escapaban por las avenidas.
Las sonrisas querían ser libres porque en su memoria ese sentimiento se les había olvidado. Ella les rogaba que la esperen, que vayan más despacio. Quería tomarlas, quería despedirlas, pero las rebeldes no le hacían caso y se alejaban... Algunas corrían, otras volaban a un cielo donde, en un futuro, la estarían esperando. Ella rendida anhelaba el ansiado reencuentro, tal vez en el aire, talvez en un techo sus ojos hallarían un refugio y entonces ya no se necesitarían más cajas sino rostros donde hospedar esas sonrisas.