jueves, 22 de octubre de 2009

NEGACIÓN

Un bar, no ajeno a este puerto. Un cuerpo que olvidó su nombre y una boca que perdió su dueño.
Una noche, no a la espera de la luna, sino una sonrisa y el sentimiento nuevo que regresa.
Un muelle desde el cielo hasta mis huesos, que abre en silencio sus recuerdos para entregarme algunas olas. Una lágrima seca convertida en resignación y ya no los ojos sangrando. No. Ya nadie volverá a verlos.
Solamente una ciudad que no habito pero me pertenece y una mañana que no conozco pero me encuentra abrazada.
No. En realidad no lo se. Todas mis seguridades quebradas por esta presencia que llegó para irse.
Entonces el cuerpo de nuevo solo y la sal mezclándose con el mar, y el sol quemando mi piel en silencio, mientras mis palabras hablan de un hombre, de un nombre y no, esta vez no lo definen como una expresión del amor.





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