jueves, 1 de octubre de 2009

A LO LEJOS: UN MUELLE Y LA PLAYA

Ya no me queda nada. Ni una palabra, ni un abrazo, tampoco los besos que no te di. Ayer todo me abandonó, así también las expresiones reservadas. Como ves, aún aprendo a respirar, porque entendí que el aire es caro acá y ya no puedo desperdiciarlo.
Por eso me voy a perseguir las olas y me quedaré en los refugios que inventamos. Me acercaré a los castillos que pueblan las playas y descansaré en ese café con gusto a sal donde algunas mañanas miramos el mar entre tazas vacías y fotos, muchas fotos, donde se nos veía alegres,como jirafas y besándonos, siempre besándonos...


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